Mafalda vivía en la calle, en Málaga. Al principio pasaba los días en una obra, pero luego se fue a una gasolinera. La estuvieron siguiendo durante un mes pero no podían cogerla, pues salía corriendo, por lo que le hicieron una rutina de comida y con una jaula trampa consiguieron atraparla.

Cuando llegó estaba constantemente con el rabo entre las piernas y no se quería acercar a los voluntarios. Pero no hay nada que mucho amor y un poco de paciencia no pueda solucionar, y así lo han demostrado muchos perros que han pasado por aquí, y sabemos que Mafalda va a ser una de ellas. Es una perra que se deja manipular cuando está en entornos pequeños, pero sigue siendo muy tímida y aún no confía en nosotros, por lo que no se deja coger con facilidad. Sin embargo, es muy noble, estamos seguros de que nunca nos va a hacer nada malo.

Con los demás perros del refugio es muy sumisa, no quiere formar parte de ningún conflicto. Es una perra tranquila a la que le gusta la compañía de otros perros, pues se siente protegida con ellos. No tiene ningún problema compartiendo su tiempo o espacio con ellos, tanto con machos como con hembras.

A los pocos días de su llegada, le salió un eccema en el morro, pero ya está en tratamiento y le volverá a crecer ese maravilloso pelo negro y brillante que tenía antes.

¿Quieres darle la segunda oportunidad que Mafalda necesita para comprender que nunca más va a volver a sentirse sola? Te aseguramos que va a darte todo el amor y compañía que lleva dentro, sólo necesita algo de tiempo. ¡Adóptala!

Para más información escribe a adopcionesesp@gmail.com