Mao viene de un pueblo de Jaén, donde se pasaba todo el día atado a una cadena. Hasta que unas chicas vieron el estado en el que estaba y convencieron al “dueño” para que lo cediera.

A Mao le encanta recibir todas las caricias que no ha tenido antes en su vida y le gusta pasar rato con la gente.

También se lleva bien con otros perros, con los que convive de maravilla.

¿A qué esperas para adoptar a Mao?

Para más información escribe a adopcionesesp@gmail.com