Molly fue rescatada hace unos tres meses en Antequera con sus bebés.

Al principio de llegar al refugio Molly se mostraba algo prudente y tímida con los voluntarios, pero poco a poco con paciencia, mucho cariño y sus compañeros perrunos, cada día confía más en nosotros, aunque todavía le queda por mejorar. Sabemos que cuando llegan con algún tipo de miedo, se trata de un proceso largo y de mucho trabajo, pero Molly lo está haciendo de maravilla y en poco tiempo ha mejorado muchísimo, sólo es cuestión de trabajar un poco con ella y enseguida será una perrita feliz y sin miedos.

Con los demás perros del refugio no tiene problemas, al contrario, tiene un carácter noble y tranquilo, es más, sería ideal que tuviera compañía perruna, ya que hemos observado que cuando está con más perros su comportamiento mejora, se siente más segura y confiada. No es apta con gatos.

Molly necesita paciencia, mucho amor y un empujoncito de confianza para ser completamente feliz. ¿Quieres ayudar a esta preciosidad? ¡Adopta a Molly!